El tiempo pasa volando, y los recuerdos se difuminan con el presente, pero basta una pequeña chispa ara que las cosas importantes vividas y recordadas con cariño salgan de la caja que tenemos encima del cuello y te hagan sentir bien.
Hoy hace 4 años que me tocó vivir algo inolvidable, tuve la suerte de entrenar a un grupo de chicos que como yo nos lo creímos y conseguimos plantar la semilla de algo que se puede repetir pasado mañana.
Esta fe y confianza se trasladó al entorno del equipo y para la cita definitiva nos acompañó un buen número de aficionados, todos amigos por supuesto, que nos ayudaron en esa final a jugar como si estuviésemos en casa.
Nosotros hicimos los deberes y no los decepcionamos, ganamos un partido muy difícil con gran solvencia.
El sábado se repite la historia, quizás con menos presión, quizás a priori el rival no sea tan fuerte, pero eso es una "trampa" en la que espero no caigan mis amigos del Boya, y tengo plena confianza en el timonel del barco.
como recordatorio quedan estas imagenes como un homenaje a todos los que estuvieron ese día acompañando y los que este sabado acompañarán de nuevo a los chavales con el precioso cántico "adaptado" Boyaaaaa, boyaaaa de mi vidaaaaa
