Hay aspectos del balonmano y sobretodo de los protagonistas del juego, que no son posibles de cuantificar o medir, no son sus capacidades físicas, no es su técnica, incluso tampoco su táctica, aunque igual o más importantes que todas ellos juntos: la fe, las ganas, el coraje, el alma...la capacidad de liderar.
Viene a cuento la introducción por intentar explicar algo que a muchos (cada vez menos) les parece extraño, el éxito e importancia de Pablo Cacheda tanto en la selección española juvenil subcampeona del mundo y en el Academia Octavio. Un chico que apenas llega al 1,80 y los 75 Kg, cualquiera que no lo conozca, llegue a un campo y lo vea calentar, seguro que pensará que es uno de los extremos del equipo, después lo verá lanzando desde el central y puede que piense que es un juvenil para rellenar, pero hasta que no lo vea jugar, dirigir, mandar, arriesgar y echarse el equipo a la espalda con el desparpajo de un veterano que haya librado mil batallas, no le llamará la atención.
Aún así, si es la primera vez que lo ve, puede que piense que tuvo suerte ese día y que no es normal que sea tan importante en el juego de su equipo.
Les puedo decir que no, no es suerte, es un trabajo inmenso realizado sobretodo por sus entrenadores de club (el día a día), Tanto los de Lalín, como posteriormente los del Octavio, complementados eso sí por sus concentraciones y ese punto que da siempre la competición internacional. También tiene que ver mucho la familia aportándole una educación, y si eso no fuera suficiente, además la capacidad de asimilar todo por el jugador, por la persona, porque además de tener todas esas cualidades intangibles, tiene en la cabeza una computadora que seguramente le podría servir para destacar en cualquier otro deporte de equipo.
Personalmente creo que si sigue la progresión que está demostrando puede ser un ejemplo para muchos chavales que como él no son los más fuertes, ni los más altos, pero si tienen esas cualidades intangibles que son tan importantes, y como no, respecto a nosotros los entrenadores, nos tiene que servir también de ejemplo, ¿cuantas veces habremos sacado de la primera línea a jugadores que no daban las medidas? ¿cuantas veces caemos en las "modas" profesionales y buscamos jugadores modelo según puesto? ¿cuantas veces pretendemos jugar como el equipo X y tenemos jugadores diferentes que no se adaptan a ese modelo?